Agustina de Alba, wine dreamer

La reconocida sommelier de 31 años, después de haber sido elegida en dos ocasiones como Mejor Sommelier de la Argentina y haber viajado por el mundo, hoy comunica por todo el país el vino de una forma sencilla, relajada y sin prejuicios.

El vino llega así, sin avisar. De un día para el otro te pone el mundo patas para arriba, te transforma. Así le pasó a Agustina, que con tan solo 15 años después de un viaje a Mendoza junto a su papá que le cambió la vida. Desde ese momento el vino empezó a ser una especie de sueño que poco a poco y muy lentamente se fue convirtiendo en una realidad. Al principio un viaje a paso lento, pero firme. Más allá de su juventud Agustina siempre supo lo que quería: el vino presente en su vida. 

Ese vino que probó por primera vez de la mano de su abuelo en una mesa familiar y que con los años se transformó en pasión y profesión. Ese mismo vino que la llevó a trabajar durante diez años en grandes restaurantes del mundo y, que en la actualidad, lo comunica a través de su proyecto Hola Vino que incluye talleres, encuentros, teatro, radio y redes sociales. 

Cuando Agustina habla de Hola Vino se le multiplica el corazón: “Es mi proyecto, mi sueño personal y nace a partir de que en los últimos años empecé a notar que había preguntas que se repetían en distintos contextos: dando una capacitación a un grupo de camareros, armando una cava privada, haciendo una columna de radio o recibiendo un mensaje a través de las redes sociales. Entonces decidí armar un cuadro de Excel y empecé a ordenar las preguntas por temáticas, por ejemplo: cómo se hace el vino, cómo catar, cómo elegir, cómo comprar, cómo servir y cómo acompañar. Ahí fue cuando dije, ‘tengo que hacer un libro porque esto es lo que la gente quiere saber’: una guía sencilla, práctica y cercana donde comparto herramientas a la hora de elegir, beber y disfrutar del vino. Quería hacer un libro accesible y para todos, donde las herramientas que comparto puedas aplicarlas en un vino de $300 o de $5000.- El libro no sugiere que gastes más dinero, sino que dediques más tiempo y conciencia a la hora de tomarte un vino”.

Después de un largo camino, con algunas batallas perdidas y su sueño demorado, la perseverancia la llevó a que hace algunos meses se edite su primer libro, Hola Vino, una guía super completa que recorre la elaboración del vino, pasando por las variedades de uvas (¡hasta sumó cómo pronunciar cada variedad! Ya que muchas veces se dicen totalmente diferente a cómo se escriben!), los terruños, cómo catar, cómo elegir, servir y guardar un vino y un capítulo de lujo “qué con qué” donde explica cómo elegir un vino para un plato (o viceversa).

Mientras el libro se iba gestando en su computadora, decidió poner en práctica los talleres de vino, que de alguna forma se convirtieron en parte del proceso de trabajo del libro. “Cerrábamos un capítulo, lo llevaba al taller para ponerlo en práctica y anotamos las preguntas que nos devolvía la gente, eso lo sumamos al libro y así cerramos cada capítulo. Por eso siempre digo que Hola Vino es de todos y para todos. Porque sin la gente no podría haberlo hecho”.

Con el tiempo los talleres colapsaron de gente y ahí surgió la idea de llevar Hola Vino al Teatro, donde escribió un monólogo sobre la pregunta más consultada por la gente: ¿Qué es un buen vino?, acompañada de una feria de vinos. En paralelo también llegó el Hola Vino Tour ya que recibía muchísimos mensajes del interior del país. “Es muy loco, porque todo empezó con el deseo de hacer un libro, de ahí las imposibilidades que me fueron apareciendo hicieron que derive en un taller, teatro y tour y hoy finalmente, tengo el libro en mis manos, y vuelvo a mi punto de partida, donde todo comenzó con un fin: acercar el vino a la gente”.

Hoy ya lleva tres ediciones sold out total de Hola Vino Teatro y antes de fin de año llegará una nueva fecha de encuentro a lo grande, que será el 1° de diciembre en el Teatro Picadero. Mientras tanto sigue saliendo, copa en mano, por el interior del país con su segundo tour que la llevará a Córdoba, Rosario, Mar del Plata y La Plata. 

“Siempre digo que el vino es mi puente de conexión con el mundo, con la naturaleza, pero sobre todo, conmigo misma. Visitar una bodega, escuchar a un enólogo, leer, investigar, viajar, degustar vinos, dar charlas, trabajar en radio, armar una carta para un restaurante, ayudar a alguien en la elección de una botella, escribir el libro: todo me lleva a conectar con el presente, disfrutar el momento, el resto no me importa. ¿Qué es el vino para mí? Un conector poderoso e indescriptible con el mundo”.

Y en todo mundo hay mitos y a Agustina le encanta derribarlos para que su conexión con el mundo llegue cada día a más gente. Y si hablamos de uno de los mitos más fuertes es el mito del sommelier. Sí, aunque no lo crean los sommeliers tenemos mitos. Siempre creen que recomendamos los vinos más caros. Y esto no es así. Así que como dice Agustina la próxima vez que estés frente a un sommelier contale qué te gusta, qué solés tomar y cuánto estás dispuesta a gastar. Ya que la vida es muy corta para tomar siempre el mismo vino. 

Nota originalmente redactada para Sos Mujer.

por Mariana Gil Juncal.
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