La vendimia 2021 en Argentina vislumbra una calidad espectacular

Entre protocolos de COVID, calores o fríos y lluvias inesperadas -que en algunas regiones no solo significaron adelantos o retrasos en el calendario, sino también mermas en la cantidad de uva- la cosecha 2021 vislumbra una calidad espectacular.

En el hemisferio sur, la vendimia 2021 es la segunda en épocas de pandemia. Más allá que el año pasado afortunadamente la llegada del virus casi no afectó las labores iniciales en la viña, esta segunda cosecha pandémica ya encontró a las bodegas super organizadas con todos los protocolos necesarios más que aceitados que van desde estaciones sanitizantes en distintos puntos de las bodegas y las viñas, circulación restringida en áreas de bodega, realización de trabajos individualizados, aseo de manos en cada labor que genere contacto con la uva y obviamente control de temperatura a todo el personal y uso de barbijo obligatorio.

Si hablamos de cantidad y calidad de uvas, Valeria Antolín Head Winemaker y enóloga de la bodega de Piattelli Vineyards en Mendoza cuenta que «por el momento en cuanto a cantidad estamos muy parecido a 2020, pero vislumbramos que el 2021 será de una calidad excelente» y agrega que «en cuanto a la calidad las uvas blancas y el Pinot Noir para vinos bases de espumantes este año se destaca la calidad del Chardonnay que viene con buena acidez y excelente pH».

Bodega Kaiken

En esta misma línea, y desde Luján de Cuyo (Mendoza) Gustavo Hormann, enólogo y gerente de Bodega Kaiken también estima una vendimia bastante similar a la 2020, con alrededor de 20 millones de quintales (2.000 millones de Kg.). «La calidad de las bases, que es lo único que hemos molido, está bastante buena. Y bueno, las lluvias de las últimas semanas han jugado un poco en contra en relación a la sanidad de las uvas, así que estamos esperando ver cómo responden las viñas a la cantidad de agua que es bastante alta en relación al histórico», señala.

En el Valle de Uco, más precisamente en Gualtallary, las cosas son un poco distintas. Al menos para Bernardo Bossi Bonilla, enólogo de Vinos de Potrero -bodega comandada por Belén Soler Valle y su marido Nicolás Burdisso (ex jugador de fútbol y manager del Club Atlético Boca Juniors)- quien subraya que «los pronósticos para esta cosecha 2021 son alentadores desde el punto de vista cualitativo, no así del cuantitativo. Ya que se sabe que vamos a tener una producción con una merma de un 20-30%, lo que desalienta a los productores por la distorsión de precios que se genera. Igualmente la expectativa es muy buena. A priori, al haber menos producción la calidad se vería potenciada».

Desde un terruño distinto, como es la provincia de San Luis, en el centro del país, Gustavo Agostini, asesor vitivinícola de Bodegas Los Coros detalla que allí la vendimia 2021 está prácticamente casi terminada y con muy buenos resultados. «Este año fue un año muy bueno para lograr uvas de calidad y en consecuencia tendremos vinos de muy buena tipicidad varietal, con una marcada frescura en vinos blancos y rosados y con una muy buena estructura en el caso de los vinos tintos».

Bodega Schroeder

En San Patricio del Chañar, Neuquén, en el corazón de la Patagonia Argentina Leonardo Puppato, gerente de producción y enología de Bodega Familia Schroeder confiesa que allí ven «una tendencia de obtención de más kilos que el año pasado y con una muy buena sanidad, ya que este ciclo en nuestra zona ha sido inmejorable, con una maduración lenta y plena de las uvas, mucha presencia de azúcar, rica acidez, semillas crocantes y hollejos con muy buen color en uvas tintas. Lo que nos dará vinos con muy buena acidez natural, de colores vivos, mucha fruta y frescura».

Y claro que para entender qué pasará con los vinos de este año tenemos que conocer los avatares del clima que juegan un rol fundamental en la determinación de la calidad de la uva, la verdadera alma de los vinos. «En Mendoza si bien la temporada de primavera fue muy seca respecto a otros años porque casi no llovió, en los meses de enero y febrero tuvimos muchas precipitaciones, incluso superiores a los últimos dos años. Las temperaturas en primavera fueron muy similares a temporadas anteriores, pero enero y febrero fueron meses más frescos que los últimos dos años lo cual podría retrasar un poco la cosecha» detalla Antolín y agrega que «realizando una comparación cualitativa proyectamos un año espectacular, por encima de los últimos 5 años».

Un año bastante fresco, resume Hormann en cuatro palabras este año. «Yo diría que se parece un poco a la cosecha 2016 con menos lluvias que esa cosecha pero muchas lluvias en marzo. En el caso de ésta, las lluvias se han concentrado en el mes de febrero y lo que se avizora ahora a corto plazo es que el clima mejore. Ojalá así sea para tener un poco más de tranquilidad, sobre todo, en la logística».

Pero en el Valle de Uco, la cosa no estuvo tan fresca que digamos. «En cuanto al clima a finales de enero y principios de febrero se caracterizó por las altas temperaturas y humedad. Esto ocasionó que nos espabilamos y nos focalicemos en el aspecto sanitario. El que hizo las cosas en tiempo y forma no sufrió consecuencias severas» augura Bossi Bonilla.

«El clima se comportó como un amigo en referencia a la sanidad de nuestras uvas, ya que al tener presencia de viento casi todos los días, nos ayuda a tener cero curaciones ante enfermedades (principalmente enfermedades debidas a hongos). Solo nos afectó una helada en el mes de octubre que nos disminuyó la cantidad de uva por hectárea pero con la buena noticia de lograr mayor concentración de polifenoles en nuestras uvas tintas que se ve reflejado en la estructura de nuestros vinos. Por eso esta vendimia tendremos un 20% menos de uva que en el 2020, con calidad iguales o superiores a los dos últimos años», relata desde Beazley, San Luis, el asesor de Bodega Los Coros.

En la Patagonia «por suerte hemos tenido años muy buenos y parejos con respecto al clima, buena amplitud térmica entre el día y la noche, días soleados y noches frescas, bajas precipitaciones, no hubieron heladas ni granizo que afectaran nuestras uvas» celebra Puppato y agrega que «en realidad no han habido contratiempos, si son variables y por ahí se destaca algún varietal frente a otro pero en general los resultados han sido muy muy buenos. Este puede ser un año lindo no sólo para la finca en cantidad sino también en calidad enológica en nuestros vinos».

Y después de un 2020 en el cual todas las bodegas tuvieron que poner un gran freno de mano a lanzamientos y novedades frente a la gran incertidumbre que desbordó el calendario la llegada del coronavirus, este año las cosas son muy distintas. De hecho, en Cafayate, Salta, abrirá sus puertas el Wine Resort de Piattelli Vineyards; en Los Coros, San Luis, podrán por fin zambullirse en la elaboración de vinos blancos con variedades nuevas para la zona como es el Sauvignon Blanc e innovarán en materia de rosados con la presencia del Cabernet Sauvignon y también llegará una Bonarda 100% puntana. Desde la Patagonia, Puppato promete que nacerá un Chardonnay 100% fermentado en barricas de roble y desde el corazón de la primera zona mendocina llegará Aventura de Kaiken, una línea de vinos que habla de la rebeldía, la aventura y el afán de mostrar vinos de terroir que son livianos y muy fáciles de tomar.

Nota originalmente redactada para Vinetur.

por Mariana Gil Juncal.
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