Jeniffer Lehmann es la comandante capitana de Gol Linhas Aéreas que por primera vez cruzó las fronteras con un equipo de mujeres en un vuelo de São Paulo a Buenos Aires en el Día Internacional de la Mujer.
Apenas aterriza el avión y la puerta de la cabina se abre, puedo ver primero la enorme sonrisa de Jeniffer Lehmann. Ella no jugaba a ser piloto de avión cuando era chica ni soñaba con vivir en el cielo, pero las causalidades de la vida hicieron que en unas vacaciones conociera a una tripulación aérea e inesperadamente decidiera abandonar su trabajo como bancaria y se zambullera en su formación como azafata. Hoy con 42 años y casi media vida en el aire, se siente feliz y realizada por esta decisión que cambió su vida para siempre.
A la izquiera, la piloto Jeniffer Lehmann. Y a su izquierda, su copiloto, Patricia Procopio.
Entre risas confiesa que lo que más disfruta del trabajo es no tener escritorio ni cortinas aunque al mismo tiempo su labor diaria requiere trabajar con una “máquina” que tiene infinitas reglas que hay que seguir a rajatabla. “Tengo una responsabilidad súper desafiante porque todos los días estoy transportando en el aire personas de un lugar a otro”. Aunque ya pasaron casi veinte años desde que dejó atrás el encierro de la sucursal bancaria y despegó por primera vez como azafata, todavía recuerda el día en el que salió de la cabina de comando y al verla un pasajero se hizo la señal de la cruz.
“Más allá que muchas veces se piensa que ser piloto es una profesión para hombres, la capacitación y los estudios que se necesitan para llegar a ser piloto son los mismos para hombres y mujeres” explica y orgullosa agrega: “Cuando entré como piloto en la empresa éramos 17 mujeres en total. Actualmente somos más de 50. Cada vez más, las chicas están descubriendo esta profesión maravillosa”. Aunque después de tener cinco años y medio de experiencia como azafata, doce años como copiloto y medio año como piloto cada vez que conoce a alguien y le preguntan de qué trabaja siempre piensan que es azafata. “Para mi es lógico pero a mi me gusta decir que soy una piloto bien completa porque pasé por todas las áreas. Eso me ayuda mucho a entender todo lo que sucede dentro y fuera de la cabina”.
La tripulación de Gol Linhas Aéreas 100% femenina que voló de São Paulo a Buenos Aires en el Día Internacional de la Mujer.
Más allá que su profesión la obliga a dormir fuera de casa muchas noches a la semana, Jeniffer es una verdadera malabarista del tiempo para organizar cada detalle de su vida, de la de su hijo y la de su casa. “Una de las mejores cosas de ser piloto y madre es que cuando estoy en casa me olvido del avión y solo me dedico a ser mamá. ¡No hay forma de llevarte trabajo a casa”.
Los ojos se le iluminan cuando habla de Pietro, su hijo, que a fin de mes cumple 9 años, y que ya voló con Jeniffer en el avión. “Él está muy orgulloso de mi y también está acostumbrado a nuestra vida. Nació cuando yo ya trabaja en Gol Linhas Aéreas”. Lo que sí eligió Jeniffer con la llegada de su hijo, es vivir fuera de San Pablo, más precisamente en el litoral, al lado de la playa; aunque eso la obligue a manejar en promedio unas dos horas hasta el aeropuerto. Pero, al mismo tiempo, le permite cuando llega a casa poner los pies en la arena junto a su hijo y ser una verdadera mamá capitana en la tierra y en el cielo.
Nota originalmente redactada para Soy Mujer.
por Mariana Gil Juncal.
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