Todo lo que necesitás para invitar a tus amigas y sentirte una verdadera sommelier.
¡Lo primero que tenemos que definir es quiénes serán las afortunadas de sumarse a nuestra cata! Ya que la cantidad de degustadoras será nuestra brújula en el armando de todo lo que necesitaremos para la cata en casa.
Recomiendo tener idealmente dos copas por participante, ¡eso nos hará sentir en una verdadera cata! Así tendremos la posibilidad de comparar al menos dos muestras de vino al mismo tiempo.
En el armado de mesa o mise en place, necesitaremos tener un fondo blanco. Atenti que dije tener un fondo blanco, ¡no hacer fondo blanco! Por eso, las invitadas imprescindibles serán las servilletas (pueden ser de papel o tela, las que tengamos en casa) u hojas blancas (pueden ser las de la impresora) para poder contrastar el color del vino.
Sé que cuando definan la fecha y el nombre de las afortunadas para la cata no se les ocurrirá pensar en escupir el vino. Pero si eligen más de cuatro muestras de vino, siempre sugiero contar con algún recipiente para escupir el vino. ¡Sí, escupir el vino! Sé que la mayoría no imaginan que sus amigas estarán escupiendo el vino y mucho menos un viernes o sábado por la noche. Pero sepamos que en catas de vino profesionales, en las cuales se degustan en promedio entre 10 y 30 muestras de vinos por día, es necesario escupir el vino, para poder preservar la integridad del degustador, ya que el alcohol afecta la sensibilidad, y si se pierden los reflejos para conducir un auto, menos quedarán para asociar aromas que de por sí son difíciles de recordar. Dos o tres copas de vino se pueden tomar, pero con más de tres o cuatro, la cabeza estará más cansada y el umbral de percepción de aromas y sabores será mucho menor y no existirá el mismo criterio para evaluar la muestra N° 1 que para evaluar la muestra Nº 30. En caso de que quieran sumar un recipiente para escupir el vino pueden utilizar un vaso oscuro (para evitar observar lo que sale de nuestras bocas) o sino una frappera o balde en el centro de la mesa cumple con el mismo objetivo y solo la utilizará quien quiera. Las conductoras designadas deberán elegir solo los vinos que más les gusten y el resto ¡afuera! Sino, otro remedio es esa noche no salir en auto o armar una gran pijamada post degustación y ¡listo!
Si alguna quiere hacer anotaciones de cada vino degustado, podemos contemplar tener una birome junto a algunas hojas en blanco para simplemente apuntar qué vino nos gustó más. Si quieren tener toda la data a mano pueden armar las fichas técnicas de cada vino elegido (toda la información la encontrarán en internet); imprimen un juego para cada una y ahí tendrán todo lo que puedan querer saber sobre los vinos como variedad, año de elaboración, terruño, enólogo, bodega, características organolépticas (color, aroma y sabor), maridajes ideales, temperatura de servicio y precio de venta sugerido. ¡Este último dato es vital para que un vino nos termine de flechar! Ya que define la tan resonada frase “relación precio calidad”. Ya que si el vino nos encanta pero está fuera de nuestras posibilidades volver a comprarlo, quizá elijamos otro compañero de copas al que le podremos prometer un poco más de fidelidad.
Además, es necesario tener en la mesa agua mineral, algún queso neutro o galletitas de agua (pueden ser grisines o panes, siempre que no sean saborizados, así no ensuciamos el paladar con otros sabores) para lavar el paladar entre vino y vino. El agua más allá de lavar el paladar deberá ser siempre nuestra aliada ya que cada una copa de vino deberemos siempre beber dos de agua. Recordemos que cada vez que tomamos vino estamos sumando alcohol a nuestro cuerpo y, aunque no nos demos cuenta, nos irá deshidratando poco a poco. ¡Por eso siempre el agua tiene que estar cerca nuestro!
Por último, tenemos que definir ¿qué vinos probamos primero? Siempre recomiendo empezar por los vinos blancos: el camino ideal será de los más secos a los más dulces y/o aromáticos. Después será el turno de los rosados, tratando de que los más dulces o concentrados queden a la cola y por último los tintos; en este caso, el orden será por edad, primero los adultos y al final los más jóvenes. Ahora solo queda poner fecha y hora, avisar a las chicas y ¡empezar a descorchar!