“El enoturismo es la expresión de nuestra identidad embotellada”, Bárbara López, gerente de hospitalidad Bruma

La vinícola Bruma, en el Valle de Guadalupe (México) ofrece una experiencia de enoturismo 360º para no sólo conocer cómo se elaboran los vinos, sino poder acompañarlos con un viaje gastronómico 100% experimental y lúdico o hasta dormir a pasos de la viña

Bruma es un proyecto con corazón, creado por ocho amigos en el 2008 que se enamoraron de las tierras Ensenadenses, en el Valle de Guadalupe, México. En ellas decidieron desarrollar el viñedo, la Vinícola Bruma, el Restaurante Fauna -quinto en la lista de 50 Best Latinoamérica- y el Hotel Boutique Casa Ocho. «Lo que nos hace únicos, es que lejos de ser empresas, somos ante todo personas. El Restaurante Fauna es David Castro Hussong y Maribel Aldaco, que te reciben y cocinan como en familia, y sales de su mesa enamorado tanto de la comida como de la experiencia. Como huésped de Casa Ocho Virginia Arroyuelo te hace sentir en casa y vives un momento de placer y relajación increíble. Al igual que en la vinícola nuestra enóloga Lulu Martinez Ojeda, junto con su equipo, comparten la pasión que tenemos por nuestro campo y el cariño con el que realizamos nuestros vinos» comienza orgullosa Bárbara López, gerente de hospitalidad de la vinícola.

¿Qué es el enoturismo para Bruma?

«El enoturismo para nosotros es más que una degustación de vinos, es la expresión de nuestra identidad a través de la historia embotellada en cada cosecha. Al abrir las puertas de nuestras bodegas, no solo compartimos vinos, fusionamos la tradición enológica con la tierra que da vida a cada botella. Este encuentro no se limita al paladar, se extiende al paisaje que rodea nuestras viñas, donde los colores y aromas del entorno se entrelazan con la experiencia, creando un maridaje visual que enriquece la conexión entre el vino y la naturaleza» cuenta López, quien llegó al Valle de Guadalupe hace 8 años a visitar a su familia sin saber lo que la vida tenía preparado: el gerente de operaciones le ofreció trabajo temporal y lo que pensó serían vacaciones de 15 días se convirtió en un cambio de vida.

«Haber llegado a este lugar sin imaginar lo que me esperaba ha sido la experiencia más importante de mi vida. Ensenada es hermoso, el valle está lleno de magia que se refleja en el vino; genuinamente es arte y refleja la esencia de todos los que participan en el proceso. Y todo eso es lo que quiero compartir con los visitantes, ya que quiero que experimenten lo que yo sentí al ver por primera vez este hermoso lugar y el amor y la pasión de todos los que lo conformamos» agrega emocionada López quien apunta que actualmente alrededor de 40% de los vinos que elabora la vinícola se venden en Estados Unidos, el 30% en la misma vinícola gracias al enoturismo y el otro 30% en el resto del país.

¿Cuáles son las experiencias que se pueden vivir en la bodega?

En nuestra bodega brindamos a nuestros visitantes una experiencia de degustación única que va más allá de simplemente saborear vinos. A través de un recorrido guiado, invitamos a los huéspedes a sumergirse en el fascinante mundo del vino, explorando nuestra vinícola mientras compartimos historias sobre el proceso artesanal que da origen a cada botella. Durante el recorrido, destacamos no solo la maestría enológica detrás de nuestros vinos, sino también la rica historia de Bruma, que se entrelaza con la tradición vinícola y el compromiso con la excelencia.

Una experiencia especialmente encantadora es la oportunidad de adentrarse en nuestra sala de barricas, donde los visitantes tienen el privilegio de presenciar y comprender todo el proceso de crianza y maduración de nuestros vinos. Este contacto directo con el lugar donde la magia del envejecimiento ocurre agrega un toque especial a la degustación, permitiendo a nuestros invitados no solo disfrutar del producto final, sino también apreciar el esfuerzo y la dedicación que cada barrica representa en la creación de vinos.

¿Cómo surgió la idea de crear Casa 8 y las Villas?

La inspiración para crear Casa 8 y las Villas nació de la búsqueda de ofrecer a los visitantes una experiencia única y personalizada en el entorno del Valle de Guadalupe. Casa 8, concebida como un bed and breakfast, se distingue por su enfoque en proporcionar una vivencia íntima y personal del Valle. Cada habitación y suite fue diseñada con la intención de redefinir el concepto de hospedaje, permitiendo a los huéspedes sumergirse en una conexión profunda con la belleza natural de la tierra. La idea era crear un espacio donde los visitantes no solo se alojaran, sino que realmente vivieran y experimentaran el alma y la esencia de México.

Por otro lado, las Villas representan un verdadero hogar en el Valle, una extensión de los sueños de aquellos que buscan una experiencia residencial única. Estas viviendas ofrecen no solo comodidades de lujo, sino también la oportunidad de sumergirse en la vida cotidiana del Valle de Guadalupe. Desde la posibilidad de cocinar con ingredientes frescos provenientes de una hortaliza propia hasta la oportunidad de nombrar su propio vino. Este espacio es un refugio donde las familias pueden disfrutar de un entorno natural, crear nuevas tradiciones y celebrar las festividades de una manera única y personalizada. La diferenciación radica en la intimidad y conexión con la tierra en Casa B, mientras que las Villas ofrecen una experiencia residencial integral y personalizada en el corazón del Valle de Guadalupe.

¿Cómo definiría la experiencia de Fauna?

Fauna es mucho más que un simple concepto, es una experiencia completa que cautiva todos los sentidos. Desde el primer bocado, la comida transporta a los comensales a un viaje gastronómico lleno de sabores únicos. El servicio también es un elemento excepcional que añade un toque de elegancia y hospitalidad y crea un ambiente acogedor. Sin embargo, lo que realmente hace inolvidable a Fauna es la armonía perfecta lograda al combinar estas delicias culinarias con la selección de vinos meticulosamente elegidos. Cada sorbo se convierte en una sinfonía de sabores que se complementan entre sí, creando recuerdos que perduran en la memoria y confirman a Fauna como un destino culinario verdaderamente excepcional.

¿Cuáles son las perlas de la carta gastronómica y de vinos?

En la carta gastronómica dos auténticas maravillas que destacan para mí son el brócoli en salsa de brócoli y el ceviche. Es importante tener en cuenta que el menú cambia constantemente, lo que añade una variabilidad a la experiencia gastronómica y permite que los comensales descubran nuevas delicias en cada visita.

En cuanto a vinos, mi top 3 indiscutible incluye el vino rosado de la casa (Carmenere), el Bastardo (Mourvedre y Montepulciano) y el Plan B tinto (Grenache, Syrah, Mourvedre y Nebbiolo). Sin embargo, es importante señalar que la disponibilidad puede variar, ya que el rosado actualmente se encuentra agotado y el Bastardo solo está disponible en la vinícola.

¿Por qué cree que un turista debería visitar Bruma?

Bruma es un verdadero tesoro oculto en las tierras de Ensenada, una joya que invita a ser descubierta. Explorar sus instalaciones es adentrarse en un mundo de exquisitez enológica, donde cada rincón cuenta una historia de pasión por el vino. Desde degustar la variedad de vinos hasta pasear por los viñedos que les dan vida, la experiencia es inmersiva y enriquecedora. El icónico restaurante Fauna, que forma parte integral de Bruma, ofrece una experiencia culinaria que complementa a la perfección la calidad de los vinos. Y para aquellos que deseen prolongar su estancia, las villas y habitaciones que ofrecemos fusionan el lujo con la tranquilidad, asegurando que cada visita a Bruma sea una experiencia completa, donde el disfrute y la comodidad se entrelazan de manera inolvidable.