3 PROPUESTAS PARA DISFRUTAR UNA COPA DE VINO (Y COMER MUY RICO)

Porque el vino va con todo elegimos tres lugares totalmente distintos para que esta vez antes de elegir qué van a comer definan primero qué vino disfrutarán en la copa.

VINO TIRADO

16 canillas a puro vino. Foto Pablo Spoto para Aladelta Studio.

Amores tintos es el primer bar de Argentina con 16 canillas de vino tirado. Sí, el vino sale de una canilla en la barra, igual que las cervezas. Nos da la posibilidad de disfrutar el vino como si estuviéramos en una bodega probando directamente del tanque o la barrica. Dentro del lugar, el look & feel es tipo cervecería, pero en las pizarras van a poder encontrar distintas propuestas ya sea en estilos (vinos blancos, rosados y tintos) como en orígenes, ya que hay opciones de las regiones más emblemáticas del país.

La idea del bar de vinos surgió porque los hijos de Carlos y Silvina (los fundadores del lugar) elaboran cerveza artesanal, les gustaba la llegada directa al público que tienen los bares de cerveza artesanal, que exista la posibilidad de probar la cerveza para elegir cuál pedir. Pero Carlos es un fanático del vino entonces cuando el Instituto Nacional de Vitivinicultura el año pasado aprobó el embarrilado del vino, como en la cerveza, el sueño comenzó a ser una realidad. 

En busca de los vinos para cada una de sus canillas, conoció al joven y talentoso Lucas Niven que elabora sus vinos en el este de Mendoza, a Bodega Gérôme Marteau de la Patagonia y Viñas en Flor de Cafayate, entre otras.

“Lo más difícil es organizar toda la logística ya que los barriles no son descartables sino que son retornables. Llegan llenos a Buenos Aires y hay que mandarlos vacíos a origen”, explica Carlos y agrega: “Quería que el bar esté en el medio del polo cervecero de Palermo (N. de la R.: está a una cuadra de Desarmadero Bar) con una propuesta disruptiva y con una fisonomía similar a una cervecería artesanal. Así la esquina de Gorriti y Pringles que hace algunos años atrás albergaba a un antiguo taller mecánico se convirtió en uno de los bares de vinos más emblemáticos de la ciudad. 

En este bar de culto del vino van a poder probar cepas que no hay en otro lado ¡y por copa! Desde una Criolla blanca, pasando por un Sangiovese hasta llegar a un Pedro Ximénez. ¡Además como en todas las cervecerías, ofrecen la posibilidad de probar el vino antes de pedirlo! Es decir, pueden probar las 16 canillas si quieren y recién después definir con qué vino acompañarán la comida. 

Trío de bruschettas & Criolla Blanca de Lucas Niven. Foto Pablo Spoto para Aladelta Studio.

Con la llegada de la cuarentena, la carta gastronómica de Amores Tintos fue virando de bar a restaurante. Empezaron a hacer propuestas más jugadas y elaboradas como goulash o asado de hueso ancho de carne de pastura. Y el ícono de la cuarentena que actualmente sigue en carta son las empanadas de carne cortadas a cuchillo al Malbec. 

Algunos de los platos sobresalientes de la carta son los langostinos al curry y sriracha (sobre canasta comestible de plátano verde con salsa de coco) ideal con una copa de blanco como Chardonnay o Criolla blanco. El sándwich de bondiola, es otro clásico, que sale con cebollas caramelizadas, chutney de tomate y queso tybo. ¿Maridaje? Imbatible junto a algún rosado. Y dentro de las propuestas de burgers, destaca la hamburguesa de cordero (acompañada con pesto de tomates secos, queso crema con ciboulette y guarnición de papas rústicas). ¿Con qué vino? Por qué no junto a un Pinot Noir.

El dato: Los precios son super accesibles. Y el agua, para que estemos siempre hidratadas al beber nuestras copas de vino, la invita siempre la casa.

BRINDIS CLÁSICOS

Hay empanadas de osobuco, matambre tiernizado, cerdo teriyaki o huevo revuelto y panceta ahumada, entre otras delicias. Foto Pablo Spoto para Aladelta Studio.

Raíces Cocina Casera, como su nombre lo indica, es el lugar ideal para salir a comer afuera pero sentir que estás comiendo en casa. Porque su chef, Fernanda Tabares, diseñó una carta que homenajea a las abuelas y madres argentinas.

“Tenemos recetas de antaño que reversionamos. Son lo mismo de siempre pero se van a sorprender. No es una cocina fusión ni pretenciosa, pero sí usamos cosas de otras cocinas para ensalzar nuestros platos. Por ejemplo, nuestras papas fritas son en tempura que hacen que las papas sean más crocantes”, explica la chef del lugar y agrega que el objetivo de sus sabores es que nos transporten a la infancia.

La carta de vinos este año la carta de vinos iba a dar un giro de 180º con la incorporación de bodegas boutique. Pandemia mediante, no se pudo hacer el cambio radical, pero ese es el norte del restaurante, en materia de vinos. Por eso, hasta este momento los vinos que ofrecen son los vinos que los clientes conocen, las marcas y vinos de siempre. “A mi me gustan mucho los desafíos en los que acompañás al consumidor a cambiar su cabeza. 

Hay que ser lo suficientemente flexible para entender lo que te piden los demás, hacer un poco de lo que ellos quieren y hacer un poco de lo que vos querés” cuenta Fernanda quien detalla que sumaron una carta de tragos clásicos y de autor, para traccionar gente más joven. Podrán encontrar desde una Mimosa o un Gancia a un Cuba Libre o un Mate Garibaldi, con yerba mate, Campari y jugo de naranja diseñado para Porteñas Yerba Mate, el primer bar de yerba mate en NY fundado por Fernanda.

Para la chef la cocina tiene que ser un juego de colores, sabores y texturas. Por eso, las carnes salen con tres guarniciones compuestas para que puedan jugar con la misma carne y sus diferentes guarniciones. Por ejemplo, el bife de chorizo Petrona, claro homenaje a Doña Petrona, viene un bouquet de rúcula con reducción de aceto balsámico, papas en tempura y tomate relleno con muzzarella, panceta, verdeo y huevo poché.

El pastel de papas es uno de los platos fuertes principales recomendados de la carta. ¡Una mixtura de sabor, textura y amor! Foto Pablo Spoto para Aladelta Studio.

Para la reina de la panceta, la crema y el huevo poché uno de los platos estrellas de su carta son los sorrentinos de la chef. “Antes eran del chef, porque las mujeres siempre quedábamos relegadas pero siempre la carta fue mía”, confiesa entre risas. Están elaborados con una masa de espinaca y rúcula con relleno de pollo, panceta, cebollas salteadas y mozzarella en salsa de hongos y un huevo poché que baña toda la preparación. 

Para las que quieran llevarse estos sabores a casa, al lado del restaurante está el almacén que ofrece los mismos platos de la carta para llevarlos congelados y disfrutarlo cuando tengamos ganas de comer rico pero ¡sin tener que cocinar!  

VINOS ARGENTINOS DE AUTOR 

Una fachada histórica que atesora más de 100 vinos de la Argentina. Foto Pablo Spoto para Aladelta Studio.

La Cava del Querandí, es un mítico restó de vinos ubicado en el corazón de San Telmo, dentro de un edificio de 1890, Patrimonio Histórico de la ciudad. Tienen una selección de más de 100 etiquetas de bodegas exclusivas, no convencionales o vinos de autor.

“El énfasis está puesto en el vino”, resume Leandro Echarte, sommelier, y agrega que el leitmotiv de todas sus propuestas está puesto en las tres regiones vitivinícolas más importantes del país: el NOA, Cuyo y la Patagonia.

La propuesta de vinos está íntegramente ordenada por región. Dentro del NOA hay vinos del Valle Calchaquí (Tucumán y Salta), del Valle de Fiambalá (Catamarca) y de Maimará, Quebrada de Humahuaca (Jujuy). En Cuyo hay etiquetas del Valle Central, Valle de Uco, Valle del Este o del oásis de San Rafael (todo en Mendoza), del Valle de Famatina y del Valle de Chañarmuyo (La Rioja) y de los Valles de Tulum, Zonda y el Pedernal (en San Juan). Más al sur, los vinos de la Patagonia norte que tienen en la carta de vinos fueron elaborados en Colonia 25 de Mayo (La Pampa), el Valle del Río Neuquén y el Valle de Río Negro. Hay uvas y estilos para todos los gustos. Blancos, rosados, tintos y espumantes. 

La carta gastronómica cuenta con platos regionales de toda la Argentina para acompañar cada copa de vino. Dentro de los sabores del norte destaca la humita, los tamales y las empanadas tipo salteñas y tucumanas. Si nos vamos un poco más al sur, lo imperdible es la cazuela de cordero estilo patagónica, incluye morrón, berenjenas, zanahorias y cebollas. En esta propuesta de cocina ecléctica bien argentina de autor claro que hay platos protagonizados por carne vacuna, cerdo, pollo y pescado. De hecho, recientemente sumaron el horno de barro para tener un toque más autóctono y tradicional. Los nuevos platos estrella son: salmón grillé al horno de barro, vacío en la sal en horno de barro o el pollo cocido al horno de barro. 

El tapeo de norte a sur para acompañar el trío de vinos argentinos. Foto Pablo Spoto para Aladelta Studio.

Las que tengan ganas de viajar literalmente en copa pueden sumarse a las degustaciones online que incluyen tres botellas de vino más un link con la guía de la degustación del sommelier del lugar. La cata Tres Cepas incluye un Torrontés del NOA, un Pinot Noir patagónico y un Malbec de Cuyo. Y la cata Tres terruños del Malbec, incluye tres etiquetas de la variedad emblemática del país elaboradas en Salta, Mendoza y la Patagonia.

El dato: ¡Ya están realizando degustaciones de forma presencial para grupos reducidos!

Nota originalmente redactada para Soy Mujer.

por Mariana Gil Juncal.
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