España lidera la producción mundial de vinos pero su consumo interno sigue cayendo año tras año. Podríamos detenernos a intentar descubrir los motivos por los cuales el vino pierde terreno, pero siempre vale la alegría centrarse en la mitad de la copa llena. Y una de las formas de comenzar a recuperar el espacio perdido es concentrar toda la energía en atraer a nuevos consumidores.
Si hablamos de nuevos consumidores o jóvenes bebedores de vinos, claramente estamos hablando de los millennials a los que muchas bodegas aún no les terminan de encontrar el modo de acercarse, de buscar la forma que ellos están más permeables a recibir la información.
Lo primero que vamos a subrayar es que las bodegas que quieran acercarse al público joven necesitan irremediablemente tener presencia en las redes sociales. Y cuando digo tener presencia no es simplemente subir una foto cada tanto, sino pensar una estrategia distinta de comunicación que atraiga al público joven que tanta importancia y tanto tiempo le dedica a las redes sociales.
Claro que uno podría pensar que eso cuesta mucho dinero, pero hay bodegas que le han encontrado la vuelta para tener presencia y hacer sentir cerca a su público de una forma super económica. Matsu de Toro -con sus icónicas etiquetas del pícaro, el recio y el viejo (para diferenciar sus vinos jóvenes, de crianza y de reserva)- a diario comparte en su cuenta de Instagram las fotos que suben a sus propias cuentas los consumidores de sus vinos de todo el mundo. De esta forma involucran a la comunidad y además le dan voz y voto a los propios consumidores que son los que deciden subir el contenido a las redes sociales. ¡Qué mejor que otro diga que tu vino es el que eligen para disfrutar cada día!
En Casa Rojo que pregonan una enología creativa, día a día comparten en sus redes sociales las labores diarias de la bodega así como también fotografías con el vino en movimiento, es decir, postales del disfrute en modo bien relax, que más allá que seguramente son más que pensadas podrían ser un retrato sin pose que aporten sensaciones para contar la historia que hay detrás de cada botella de vino.
Porque entre tantas etiquetas de vino, una de las mejores formas de causar un impacto es justamente contando una buena historia que acompañe a un buen vino. Y en este sentido, la bodega australiana 19 crimes pregona “wine with conviction” ya que su comunicación reflota el espíritu del inicio del país fundado por los presos que enviaron a la isla. La bodega juega en sus 19 etiquetas con los 19 crímenes por los que los convictos fueron enviado a Australia. Así 19 crimes tiene en el mercado 19 vinos, con 19 diseños de etiqueta, con 19 diseños de tapones distintos, que claramente invitan a coleccionar las 19 botellas. ¡Hay hasta foros donde los consumidores intercambian los corchos numerados que aún no consiguieron como antiguamente uno se encontraba en el patio del recreo escolar a intercambiar figuritas! Y lo que no podía faltar para que la experiencia sea perfecta es un premio 100% temático. ¿A dónde crees que te lleva el equipo de 19 crimes si justamente descorchas tu botella y sale el corcho número 19, que es la niña bonita o la figurita difícil de la colección? Pues, claro a Alcatraz. Ya que buscan que los consumidores no solo que disfruten el vino sino que vivan una experiencia alrededor de él. Por eso también crearon una app propia con realidad aumentada para que cuando se escanee cada botella, cada preso te cuente por qué los pillaron y qué hicieron.
Y si pensamos en el tapón no solo como un canal para obtener un premio sino como una de las vías más directas de comunicación sostenible que tiene el vino podremos apreciar la movida realizada por Eno Design Experience. Ya que llevaron 5 diseñadores a la región de Cava y Rioja para que se empapen de la tierra de las burbujas y los vinos con el único fin de diseñar tapones para las botellas de cava y vino. Ya que el 75% de los consumidores millennials siempre eligen el producto más sostenible. Y claro, en materia de sistemas de cierre de botellas el tapón de corcho sigue siendo el más sostenible que existe. Así, la idea es que las bodegas vean al tapón como un aliado en la comunicación y, por otro lado, posicionar a la bodega como sostenible por la elección del uso de un tapón natural.
Siguiendo este esquema sostenible del vino, la app francesa de vinos Raisin lista exclusivamente vinos naturales. Hay mapas con rutas de bodegas, restaurantes y tiendas con presencia de productos naturales para generar una comunidad donde obviamente también se califica todo lo que hay dentro de la app. Ya que algo que también valoran los jóvenes consumidores son las referencias de sus pares más que los puntajes de Robert Parker.
Otra cosa que aman los jóvenes son las fiestas y el brindis. Por eso, Cava Sound es otro gran ejemplo de cómo atraer a los jóvenes al ocio, ya sea salir a tomar algo, ir a un concierto o a una discoteca, ya que difícilmente la gente joven elija una copa de vino en esos contextos. Cava Sound comenzó a organizar festivales de música obviamente acompañados con cava pero su visión es un tanto más innovadora ya que además de servir el cava solo y puro, también eligieron dejar el consumo más conservador de lado y decidieron sumarlo en cócteles con vino. Algo que aman los jóvenes consumidores. Tanto como chequear minuto a minuto los contenidos que comparten los influencers en las redes sociales. Y claro que la industria es un tanto reticente a este tipo de comunicación pero aunque a muchos no les guste la gente más joven sigue los comentarios y recomendaciones de esta gente en redes y quizá no le da tanta importancia a los comentarios de los expertos. Quizá una foto de una copa en un lugar bonito de alguien que admiran logre que den más ganas de tomar un vino que un posteo con información super precisa y más técnica. De alguna forma, este tipo de comunicación busca democratizar el vino para que se consuma más vino. Y los consumidores, jóvenes o no tan jóvenes al final solo buscan disfrutar. Sino la próxima vez que alguien vaya a una bodega pregunte si ellos buscan gente experta que hable de sus vinos o mortales consumidores que los beban.