4 VINOS PARA CELEBRAR EL DÍA DEL CABERNET SAUVIGNON

Considerado el rey de los tintos, el Cabernet Sauvignon tiene presencia en todo el mundo del vino. ¡Por eso debe su gran reinado: ya que donde hay un viñedo, siempre hay una oportunidad de disfrutar una copa de Cabernet Sauvignon!

De origen francés, más precisamente de Burdeos, el Cabernet Sauvignon en su terruño nativo suele formar parte de los grandes vinos de corte junto al Cabernet Franc y Merlot. El rey de los tintos suele ser el encargado de aportar elegancia, complejidad y potencial de guarda.

Y ¿sabían que el Cabernet Sauvignon nació de un cruzamiento natural entre el Cabernet Franc (uva tinta) y el Sauvingon Blanc (uva blanca)? Justamente de la mixtura de ambos nombres deriva su nombre: Cabernet Sauvignon.

Cabernet Sauvignon con alma argentina 

Para las que tengan ganas de disfrutar un vino que les regale en la copa la mejor expresión varietal, junto a una buena dosis de elegancia y la estructura típica del Cabernet Sauvignon: Mythic Vineyard Cabernet Sauvignon 2018 es una gran opción.

“La idea  de este vino es que tenga un perfil varietal bien marcado, mucha fruta, muchas especias y que esté también presente el eucalipto. En boca presenta una estructura muy presente y con una acidez natural”, explica Verónica Ortego, enóloga de la bodega. 

Este vino está compuesto al 100% por uvas de Cabernet Sauvignon, provenientes de Agrelo y Perdriel, Luján de Cuyo (Mendoza). Es un vino elegante y complejo, de color rojo granate intenso. En nariz se perciben aromas a frutas negras, especias y eucaliptus, dando lugar a un vino que se reconoce complejo, de buen cuerpo y estructura, con taninos bien integrados, redondos, de excelente longitud e intensidad, al pasar por la boca. Su crianza en barricas de roble durante 12 meses le aportan sabores especiados y notas de tabaco y vainilla, lo que lo vuelven ideal para acompañar carnes asadas y platos con sabores intensos como guisos.

La reina tinta con acento chileno

El Valle de Colchagua, ubicado en la mitad sur del valle de Rapel, se convirtió en una  una de las regiones vitivinícolas más grandes y activas de Chile. Tiene una ubicación super privilegiada, ya que cuenta con una elevación relativamente baja de las colinas costeras que permite que las brisas del Pacífico interactúen con los vientos andinos, enfriando el valle y extendiendo el período de maduración de la región; lo que beneficia la preservación de la acidez en las uvas, generando tintos de excelente coloración, gran frescor y muy buena capacidad de guarda. Podríamos decir que es la casa ideal para la reina del vino tinto. 

Para las que quieran conocer un clásico de lujo nacido en ese rincón chileno, Viña Montes, creó hace unos años el Montes Alpha Special Cuvée. Actualmente es uno de los hitazos de la bodega, que nació en 2013 como una especie de desafío del equipo de viticultores y enólogos (encabezados por el mítico Aurelio Montes) en busca de elevar mucho más la barrera de calidad de sus vinos. Así crearon una nueva línea de vinos superior a la original Montes Alpha. 

El Montes Alpha Special Cuvée Cabernet Sauvignon, en nariz es elegante, intenso y complejo a la vez. Se destacan los frutos rojos y negros maduros amalgamados con notas a licor de cassís y tabaco, que dejan en evidencia el carácter inconfundible del Cabernet Sauvignon del Valle de Colchagua.

En boca es potente, voluminoso y estructurado. Su guarda en barrica de roble francés le confiere mayor complejidad y le permite contar con taninos perfectamente redondeados, los cuales, a su vez, le ceden al vino una sensación de dulzor muy agradable en el paladar medio. Su final es largo y elegante.

Cuando el Cabernet viene acompañado

En España, más precisamente en el Priorat, las uvas que pisan más fuerte son la Garnacha y la Cariñena. Ellas dos, podríamos decir, conforman el ADN de los vinos de la DOQ Priorat, ya son las dos únicas uvas recomendadas para la elaboración de vinos.

Pero hay otras variedades tintas autorizadas para que se sumen como acompañantes en los vinos de corte, blends o assemblages: Tempranillo, Cabernet Franc, Pinot Noir, Merlot,  Syrah y, claro, que la reina de las tintas, la Cabernet Sauvignon.

Celles Scala Dei tiene una etiqueta súper accesible (1o euros) para que podamos zambullirnos en el mundo del blend compuesto por Garnacha, Cariñena, Cabernet Sauvignon y Syrah. El Scala Dei Negre 2019 nace en viñedos ubicados con laderas de fuertes pendientes, un  suelo de pizarra, un clima muy seco. Un gran vino, joven y fresco, con una estructura tremenda. 

Para las que quieran descubrir una de las joyas de la bodega, recomiendo el Scala Dei Prior 2016 (40 euros). Este vino es la mismísima expresión de los vinos del Priorat, ya que está elaborado con las cuatro variedades más cultivadas en la comarca (Garnacha Tinta, Cariñena, Cabernet Sauvignon y Syrah, bajo los dos suelo más comunes: pizarra y arcilla.

Mucho más que poesía embotellada

Ya lo dijo Robert Louis Stevenson, el novelista, poeta y ensayista británico: “El vino es poesía embotellada”. Y todo lo que elabora Clos Mogador es puro arte embotellado. Para René Barbier, alma máter de la bodega, la viña está ubicada en un lugar digno de un cuento de hadas. Y allí nacen sus vinos. En el paraje del Priorato, una de las más viejas denominaciones vinícolas, que con su nombre evoca al “Prior”, del primer convento de cartujos implantado en Cataluña en el siglo XII.

El viñedo de Clos Mogador es un inmenso anfiteatro de pizarra (licorella), bañado a sus pies por el Siurana, río rico en historia y en leyendas moriscas. Este cuadro excepcional emociona al visitante al verse en medio de un viñedo donde diferentes variedades viníferas se ubican según la altitud, la exposición, su sensibilidad al sol o al rocío. Todos estos factores naturales se conjugan para llenar de riqueza y fantasía cada botella de Clos Mogador. 

La Garnacha, la Syrah, el Cabernet y la Cariñena, se transmutan entre las duelas de roble, bajo la cuidadosa atención del viticultor René Barbier hijo, para surgir, rojas de emoción, en el momento óptimo de su madurez. Una elaboración artesanal que da luz a unas pocas botellas llenas de amor y generosidad, preparadas según las mejores tradiciones de los grandes crus. Así que las que quieran transportarse a través de sus emociones y viajar en copa. Ya saben que el Cabernet cuando está más que bien acompañado y elaborado puede también regalarnos una verdadera obra de arte.

Nota originalmente redactada para Soy Mujer.

por Mariana Gil Juncal.
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