MITOS DEL VINO: ¿VINO HELADO, VINO ANESTESIADO?

La temperatura será siempre nuestra fiel amiga para potenciar el disfrute del vino. ¿Cómo sé cuál es la temperatura ideal para cada estilo de vino? ¡Pasen y lean!

La temperatura es al vino lo que el frío al pingüino. Es vital para que el vino, que es materia viva, pueda expresarse de la mejor forma. Así, con versito y todo quiero que recuerden siempre que la temperatura puede literalmente arruinarnos la sensación de un vino o potenciar todas sus virtudes. Y eso depende de nosotras.

LA TEMPERATURA, ¡QUÉ DILEMA!
Así que lo más importante que tenemos que saber es que cada estilo de vinos tiene un rango de temperatura de servicio, es decir, la temperatura a la que lo vamos a tomar. Claro, que no hace falta que estemos tomándole la temperatura con un termómetro a cada botella, aunque hay accesorios para hacerlo ¡pero realmente no hace falta ser extremista! Entonces, ¿cómo podemos saber si nuestro vino está a la temperatura correcta?

Si tenemos una cava climatizada, esas especie de frigo bar que podemos tener en casa, tenemos la posibilidad de guardar el vino a la temperatura que queremos; siempre la guarda del vino es algunos grados por debajo de la temperatura de servicio, ya que el vino siempre va a subir desde que abrimos la botella hasta que lo terminamos de tomar. Si vamos a guardar tintos sugiero tener la cava a 13/14ºC. Si tenemos cava de dos temperaturas ¡un re lujo! En la parte que vayamos a guardar los vinos que van a más bajas temperaturas lo ideal es que estén a unos 7ºC.

¿Y las que no tienen cava? ¡Tranqui, que todas tenemos heladera en casa! Entonces, vamos a llevar los vinos a la heladera y dependiendo qué estilo de vino tengamos vamos a sacar las botellas un rato antes (esto lo vamos a hacer sobre todo en el caso de los tintos) pero el resto de los vinos los podemos servir apenas los sacamos de la heladera.

LOS RANGOS DE TEMPERATURA
Entonces, volvamos a los rangos de temperaturas:

  • Las burbujas siempre serán las que vamos a servir más frías, a unos 6ºC.
  • Los vinos blancos ligeros y fáciles de tomar, los blancos del año, a unos 8/10ºC.
  • Los vinos blancos con más cuerpo (Chardonnay / Viognier), a unos 10/12ºC.
  • Los vinos naranja (los que nacen de uvas blancas pero se elaboran cual tintos), a unos 14/16ºC.
  • Los vinos rosados y los vinos dulces (naturales / tardíos), igual que los blancos con cuerpo, a unos 10/12ºC.
  • Los tintos ligeros (Criollas o Pinot Noir), a unos 12/14ºC.
  • Los tintos de cuerpo medio (Malbec, Merlot, Syrah), a unos 14/16ºC.
  • Los tintos super power (Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Ancellotta, Tannat), a unos 16/18ºC.

¡Por eso jamás vamos a tomar los vinos a temperatura ambiente! Ya que sería casi imposible que coincidan y les juro que fuera de temperatura el vino va a cambiar rotundamente y ¡siempre para mal! Porque si lo tomamos helado, el vino indefectiblemente quedará anestesiado. Por eso, los estilos de vinos que tenemos que servir fríos, van fríos, no helados, sino nuestro paladar no percibirá las sutilezas de los aromas y los sabores. Por el contrario, si tomamos los vinos más calentitos el alcohol se desprenderá tanto en aroma como en sabor. Lo que hará que en boca el vino resulte más pesado, alcohólico y mucho más astringente (secante, a veces tanto que hasta puede darnos la sensación de que ¡nos están arañando el paladar!).

CUIDADO CON LOS EXTREMOS
¡Importante!  Recuerden siempre que en el vino, como en la vida, los extremos, son malos: ni calientes ni helados, los grises suelen darnos siempre mejores resultados.

Así que ahora que empezó el calorcito si se olvidaron de enfriar el vino para tomar hoy, ¡a no enloquecer! Generalmente recomiendo mucho más llevar los vinos a la heladera que al freezer, sobre todo porque baja la temperatura más suave. Y todo que lo sea pasito a pasito suave suavecito, al vino le viene mejor. Además, siempre puede quedar alguna botella olvidada en el freezer y después мαммα мια. 

NO OLVIDES TU FRAPPERA
Pero si queremos acortar el tiempo de enfriado de las botellas, una gran alternativa es enfriar el vino en una frappera (o balde) con 3/4 partes de hielo, agua hasta la mitad y si quieren acelerar el frío agregan sal gruesa y ¡listo! Descorchamos, brindamos y, sobre todo, disfrutamos.

Nota originalmente redactada para Soy Mujer.

por Mariana Gil Juncal.
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