En el mundo entero hay variantes locales de la tradicional ratafía, un licor dulce de frutos y especias elaborado a partir del aguardiente obtenido de la destilación de vinos bases
Para los amantes del vino que siempre buscan productos innovadores y alternativos al vino, la ratafía es una gran opción para disfrutar como aperitivo, como digestivo al final de las comidas o para protagonizar cócteles.
Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de ratafía? Básicamente de un licor dulce elaborado a partir del aguardiente obtenido de la destilación de vinos bases de espumosos previamente macerados con diferentes frutos (como la nuez verde, muy usado en la mayoría de ratafías), frutas, flores y especias; y, en ocasiones, endulzado con mosto fresco de uva. Su graduación alcohólica es muy variable, va depender de la «receta» de cada elaborador, siendo lo más habitual que oscile entre los 20º y 30º.
El origen del nombre no está del todo claro pero una de las historias cuenta que deriva del latín rafa fiat, que quiere decir «queda hecho» o «queda firmado»; expresión utilizada ante los notarios cuando se firmaba algún documento o se realizaba algún pacto antes de pasar al momento del «brindis». La segunda versión cuenta que el nombre viene de los indígenas de las Antillas francesas quienes llamaban «tafía» al ron elaborado con aguardiente.
En Cataluña
En el nordeste de España, la ratafía tiene más de mil años de antigüedad, de hecho, el licor está reconocido en Cataluña con su propia Indicación Geográfica Protegida (IGP) sello de calidad de la Unión Europea.
Su receta a diferencia de otras del mundo se caracteriza por estar elaborada a partir de nueces verdes junto con una mezcla de hierbas aromáticas.
Cuenta la tradición que la colecta de los productos se debe llevar a cabo la noche de San Juan (el 24 de junio), ya que es ese preciso día el punto máximo de la floración de las hierbas y cuando las nueces están en su punto óptimo de maduración. Una vez hecha la cosecha, se lleva a cabo la maceración de todos los ingredientes durante al menos dos meses y recién después se agrega la tríada de azúcar, alcohol y agua y posteriormente el licor es criado en toneles durante unos 3 meses más. Y así con el paso del tiempo se da vida a un licor que ronda los 30º, de color intensamente acaramelado y con un sabor característico que es bien dulce pero con un dejo ligeramente amargo.
¿Sabías que a la ratafía se le dedican varias fiestas? Una de las más populares se lleva a cabo a principios de noviembre en Santa Coloma de Farners -provincia de Gerona- donde se pueden degustar las ratafías que se elaboran en toda Cataluña. El primer domingo de diciembre, en Besalúse se lleva a cabo una celebración que incluye además un concurso de elaboración de ratafía exclusivo para los habitantes del lugar. Y el primer fin de semana de junio, en Centelles, también se celebra a este milenario licor elaborado con una multitud de recetas.
En Aragón también existe una versión propia que denominan «Retacía».
En Europa
La ratafía es, de hecho, una bebida ancestral con orígenes en la cuenca mediterránea, principalmente en España, Italia, y Francia.
En Italia cuenta con denominaciones propia y sellos de calidad PAT (Prodotti Agroalimentari Tradizionali Italiani) las de Piamonte y Abruzzo.
Por su parte, en Francia las de Borgoña y Champaña cuentan con sendos sellos de calidad legalmente reconocidos, aunque también se producen en otras zonas.
En Argentina
En Argentina, hace algunos meses atrás llegó al mercado la ratafía de Chardonnay de Bodega Cruzat (con 18% y 132 g/L) elaborado por la inquieta enóloga Lorena Mulet quien eligió que el vino base fuera previamente macerado con cáscaras de naranja y lima y luego destilado en alambiques de cobre.
¿Cómo surgió la idea de elaborar la primera ratafía de la Argentina? «En la bodega tenemos una inquietud permanente por mostrar nuevos productos y nuevas ocasiones de consumo, lo que nos lleva a investigar de manera continua y a apostar por aquellos desarrollos que nos satisfacen por su calidad. Así, buscamos mantener un interés constante por las novedades que vamos presentando» explica Andrés Heiremans, gerente general de Bodega Cruzat quien agrega que «una de las características que distingue a la bodega es su perfil innovador, que queda demostrado con el lanzamiento de productos como esta ratafía que lanzamos en dos versiones: Chardonnay y, próximamente, de Pinot Noir».
Más allá que la ratafía se elabora en diferentes países de Europa con muchísimas recetas distintas, Mulet confiesa que «nuestra ratafía está inspirada en el tradicional licor que elaboran las grandes champañeras francesas cada final de cosecha». Según la hacedora su licor es ideal para acompañar patés, postres de chocolate, helados y quesos. Y también recomienda utilizarlo como base para preparar cócteles como el Allegrata que lleva 1 parte de ratafía, 3 cl de jugo de naranja y un toque de lima.
Nota originalmente redactada para Vinetur .
por Mariana Gil Juncal.
Ver Link Original