Una ruta del picoteo porteño para disfrutar pequeñas raciones de comida ¡y probar distintos sabores!
Cuando se habla de ir de tapas en España, se habla de salir a tomar un trago (puede ser una cerveza o una copa de vino o por qué no un cóctel) que siempre viene acompañado por una diminuta propuesta gastronómica para acompañar la bebida. En la Argentina hace varios años atrás que se habla de salir de tapas pero claro que el concepto no es el mismo que del otro lado del océano, pero básicamente se refiere a que muchos restaurantes incluyeron en sus menúes distintas propuestas de picoteo para poder disfrutar múltiples sabores en cada visita. Hay algunos que hasta utilizan la misma terminología que en España: tapa (un plato bien pequeño), ración (ya es un tanto más abundante) y porción (como estamos acostumbradas a pedir la comida habitualmente acá).
VILLA CRESPO
En Santa Clara Bar (Gurruchaga 1088, Villa Crespo) acaban de renovar el menú que incluye más de diez opciones de entradas y tapas. Para las veggie recomiendo la tapa de patacones, que son los plátanos verdes tostados con salsa ácida de palta, pico de gallo y mayonesa de ajo o los buñuelos de espinaca orgánica con verdeo y parmesano. Si buscamos alguna alternativa con acento marítimo los langostinos apanados con panko y coco acompañados de mayonesa de wasabi ¡son la alternativa que hay que probar! Y para los paladares bien carnívoros recomiendo no dejar pasar las croquetas de osobuco. Sé que el osobuco es un corte que no tiene mucha fama y hasta es rechazado de antemano sin siquiera probarlo. ¡Juro que no se arrepentirán cuando prueben estas croquetas en cuatro cocciones (selladas, braseadas, guisadas y fritas)!; ya que además de riquísimas son super abundantes.
PALERMO
La esquina de Gorriti y Lavalleja (Palermo) suele estar super concurrida ya que tenemos a cada lado de la calle a Desarmadero Bar (Gorriti 4295) y Desarmadero Session (Gorriti 4300). Entre ambos suman un total de 45 canillas por las que cada mes desfilan más de 120 estilos de cerveza y su propuesta de cocina 100% casera contempla una gran variedad de opciones de tapeo frío o caliente para poner en el centro de la mesa y compartir. Siguiendo el espíritu español del tapeo en Desarmadero Bar las croquetas de jamón y quesos con salsa alioli les juro que les harán sentir que están en una tasca en el medio de Madrid. ¡Imperdibles son los ravioles fritos de cordero con chutney! Y las empanadas de osobuco (¡atenti que este corte está pisando fuerte!) al Malbec son una verdadera locura de sabor. Además hay algunas opciones al estilo montadito español, es decir, una rodaja de pan con ¡lo que se te ocurra que podés poner arriba de cada rebanada de pan de campo! Hay varias opciones veggies y hasta ofrecen dips de vegetales con apio, zanahoria y morrón. Algo importante: el Desarmadero Bar solo abre por las noches ¡Y no dejen de subir a la terraza ya que tiene una barra increíble montada en una antigua furgoneta! Desarmadero Session es un espacio mucho más íntimo y está abierto también durante los mediodías y ahí van a poder deleitarse con chipacitos recién horneados, tequeños (típicos de la gastronomía venezolana, son una especie de arrolladitos de queso envueltos en masa), buñuelos de acelga con alioli y salsa brava (¡aderezos bien españoles!) o tablas de campo en versiones repletas de fiambres o 100% veggies.
CABALLITO
Si tenemos ganas de viajar a tierras caribeñas a través de sus sabores Ronconcon (Beauchef 527, Caballito) las hará sentir como en el living de una casa de familia bien latina. Sus platos fusionan recetas y productos autóctonos de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, México y Argentina. Es una carta cortita –que se renueva periódicamente– y ofrece raciones pequeñas y medianas, pensadas especialmente para poner en el centro de la mesa y compartir en familia o con amigos. Si queremos viajar a Perú podemos pedir el ceviche de pesca curada con ají amarillo, maíz chuspillo, mango, cilantro, chips de mandioca y jalapeño. Ahora bien, si queremos irnos para México le daremos la bienvenida a los tacos de cerdo con tortillas artesanales de maíz, rocoto ahumado (¡un pimiento que pica muy mucho!), cebolla morada, hojas de cilantro y una emulsión de palta y café, acompañados con una porción de frijoles refritos. Con acento bien argentino hay versiones para almas foodie del asado: mollejas de degolladura sobre cachapas con chimichurri de huacatay o asado negro (cachete de novillo en cocción lenta) con puré de zapallo y mandarina. ¡No dejen de probar las aguas de frutas! Para las amantes de los cítricos está la limonada de coco, para las que les gustan los sabores más dulzones tienen el aguapanela y para las que aman el té helado: el agua fresca de Jamaica es la mejor opción. Tip: la carta tiene opciones celíacas y vegetarianas de casi todos los platos.
COLEGIALES
En Colegiales, Ajo Negro (Av. Córdoba 6237, esquina Jorge Newbery) es literalmente un verdadero mar de tapas, que busca justamente revalorizar la tapa como concepto. El salón tiene la cocina a la vista con un bar-mostrador en el que se pueden sentar y literalmente estar cara a cara con los cocineros del lugar. Su cocina de mar está inspirada en la gastronomía de España, Japón, Italia y Marruecos y se basa pescados y mariscos bien frescos, fusionados con maestría y creatividad, en un formato de raciones pequeñas y medianas que invitan a picar y compartir. La carta ofrece cinco tapitas, cinco tapas y tres postres que van variando con cada cambio de estación. Si van no dejen de probar las croquetas de mortadela y brócoli con alioli de mostaza, los pinchos morunos de langostinos con crema ácida o el roti (una especie de pan finito y crocante que es delicioso) con pescado marinado, tomate, mayo de algas y cilantro. Las mandiocas bravas son una reversión de las papas bravas españolas que vale la alegría pedirlas. De postre es un maremoto de sensaciones el carpaccio de sandía con queso azul y semillas de zapallo. Tip: siempre hay una tapa del día que está fuera de carta ¡así que si van recuerden preguntar para que les cuenten qué hay de nuevo cada día!
ROSEDAL
Si tienen ganas de tapear con sabores al horno de barro, Francisca en los Arcos del Rosedal de Palermo (Av. Libertador 3883, arco 14) ofrece una experiencia ideal para compartir en donde van a poder pedir el boniato al horno de barro, con aliño de yogurt natural, menta y almendras activadas; los papines al horno de barro con quebracho colorado, infusionado con aceite de romero y alioli de remolacha; o la versión super aromática de los papines al horno de barro con salsa brava y alioli de ajo negro. Una paleta cromática y de sabores tiene el hummus, que viene en versión clásica de garbanzos, remolacha y zanahoria especiada al horno de barro, acompañado de vegetales, falafel y raita. Las pizzas de masa madre merecen un capítulo aparte, pero si seguimos el tour del tapeo un must es la panera con pan de masa madre con aceite de olivo ahumado.
SOHO
Con acento italiano y con una cantidad increíble de propuestas veggies Cosi mi piace (El Salvador 4618, Palermo Soho), además de especializarse en pizzas romanas que se cocinan a 4000º por un minuto y medio -para que sean super crujientes., tiene una propuesta de tapeos que incluye espárragos con ricota de oveja, una tortilla de papa (¡bien alta y bien babé como Dios manda!) y unas provoletas de 150 grs. a a leña que son una oda al queso fundido. Y para el postre es un imbatible el calzón (o medio calzón) relleno de nutella.
Nota originalmente redactada para Soy Mujer.
por Mariana Gil Juncal.
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