El boom del vino argentino en China

En un año marcado por la pandemia y los confinamientos, el vino argentino gambeteó todos los obstáculos y pisó más fuerte que nunca en el gran mercado del gigante asiático.

Los números hablan por sí solos: Argentina en este 2020 quintuplicó los litros de vino vendidos a China. Ahora bien, si desglosamos los datos duros de exportaciones aportados por Wines of Argentina (WOFA), del total de exportaciones totales de vinos argentinos fraccionados de enero–octubre 2020 (146.148.806 litros), 2.151.940 litros viajaron en botella a China. Y si a este volumen agregamos los litros a granel, se suman otros 26.783.485 litros que se exportaron desde la Argentina hacia China de enero a octubre de este año.

¿Cuáles son las variedades de vinos que más piden los chinos? Claro que el primer lugar lo tiene de forma indiscutida el Malbec, seguido por el Cabernet Sauvignon y, en el tercer puesto se cuela la reina de las blancas, la Chardonnay. El top five lo completan el Merlot y el Syrah.

«Las relaciones comerciales con China han avanzado notoriamente en los últimos años. Desde hace tiempo, el país asiático se transformó en un mercado estratégico para nosotros por el crecimiento sostenido que viene experimentando en sus importaciones. A saber: en el año 2000 China casi no importaba vino y en 2019 fue el importador número tres de todo el mundo. A octubre de 2020, este país se ubica como quinto destino de exportación de vino argentino en términos de volumen (litros), convirtiéndose en una gran oportunidad para nuestra industria. Aún hay un largo camino por recorrer, pero estamos comprometidos con este desafío» resume Maximiliano Hernández Toso, presidente de WOFA.

Si hay una bodega argentina pionera en Oriente, sin lugar a dudas, hablamos de Luigi Bosca. «Hace más de 20 años comenzamos a exportar a Hong Kong, un mercado que en ese momento lucía muy amigable y abierto, más allá de que se trata de un mercado muy competitivo», recuerda Alberto Arizu (h), CEO de Luigi Bosca y agrega: «Luego arribamos a China continental, inicialmente de la mano de nuestro importador en Hong Kong y finalmente decidimos establecer un plan de trabajo con un importador local. Tuvimos algunos focos en  determinadas provincias y regiones y, desde hace 3 años, trabajamos con una compañía francesa con tres oficinas en Shanghai, Beijing y Guangzhou».

Dentro del mapa de vinos importados en China, la Argentina se ubica en el séptimo puesto por un valor total de USD11.308.1773 FOB, de enero a octubre 2020. Y según las últimas cifras compartidas -correspondientes de enero a noviembre del 2020-, La Rural Bodegas y Viñedos exportó USD1.938.410 a China, por un total de 31.626 cajas con un costo promedio de USD61.29. «La bodega desembarcó en China en el 2001. Y hasta el 2007 fue un mercado con un volumen poco atractivo donde la industria y el producto vino no era muy conocido. No sabían cómo tomarlo, había muchos mitos al respecto y la apertura hacia la industria no era para nada amplia», recuerda Sol Ascencio, Export Director de Rutini Wines y agrega: «Sin embargo en el 2007 con la eclosión del mercado chino y el despertar del gigante asiático el vino empezó a tomar preponderancia. Copiaron la forma de tomar vino de Occidente y así la categoría argentina, junto con el resto de las categorías del vino del nuevo mundo emergieron y empezaron a tomar parte del mercado».

Leonardo Bonomo, owner de Bodega Valle del Indio cuenta que su relación comercial con China data de 10 años. «En ese momento empezamos a mandar muestras, a conversar… Es una construcción muy larga poder llegar a entablar vínculos con China. No es algo inmediato. De hecho, nosotros trabajamos desde hace mucho tiempo con la comunidad china en Argentina y la comunidad china en China», resume Bonomo y recuerda que el gran salto se dio en 2018 con la presencia de la bodega en el la cumbre del G20 en Argentina. «Fuimos una de las cinco bodegas invitadas al G20 y eso los llevó a confiar en nosotros, ya que son muy duros para confiar y, de alguna forma, esa presencia les dio garantías para entablar finalmente la relación comercial».

Y así con la confianza generada en el vino argentino muchas bodegas fueron llegando al mercado chino. «Este año profundizamos la misión de posicionamiento del vino argentino mediante la presentación de un plan de negocios destinado a orientar la estrategia exportadora del sector por medio de la implementación de acciones innovadoras de marketing digital y la generación de oportunidades comerciales para nuestros socios, poniendo el acento en la premiumización de la categoría y demostrando la gran diversidad y excelente calidad/precio de nuestro producto nacional», agrega Hernández Toso de WOFA y subraya que el principal foco del año fue el mercado chino. «Por ende, en el país asiático implementamos diferentes acciones como el acuerdo con GRAPEA & CO, organización fundada por Yang Lu, el primer y único Master Sommelier chino, para que Argentina integre la Alianza del Nuevo Mundo dirigida específicamente al mercado chino. Este proyecto unió por primera vez a 6 países y regiones vitivinícolas (Argentina, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile, Canadá y California) en torno a un objetivo común: mostrar la riqueza de sus vinos a wine lovers y consumidores de China mediante un plan multidimensional de contenidos y actividades».

Y si algo tiene el mercado chino es una gran diversidad. «Es tan grande que no se puede englobar en un solo mercado. Diría que hay varios mercados porque China está muy dividida, no se puede comparar el sur con el norte, el este con el oeste. Culturalmente, geográficamente y gastronómicamente hay una diversidad muy grande y esto se ve reflejado también en los gustos y tendencias de consumo hacia la industria del vino» detalla Ascencio de Rutini Wines y ejemplifica que «en el centro-oeste la comida es bastante más picante, en el sur hay mucha comida de mar. Y aunque si bien entre el 80-85% del consumo de vinos está destinado al vino tinto, los blancos y rosados tienen más presencia sobre todo en estas regiones un poco más cálidas o donde la comida de mar tiene una impronta más fuerte».

Para Bonomo, de Bodega Valle del Indio, «el mercado de vinos en China está creciendo mucho y no hay que pensar que los chinos no saben de vinos porque cada vez saben más y son más exigentes». Y, agrega, que además tienen criterios muy claros. Por ejemplo, probaron el Bonarda de la bodega y les encantó. «Conocen de botellas, de tapones y de etiquetas; y al pedir una variedad como el Bonarda demuestra que es un mercado que está en evolución, buscando productos nuevos», resume.

En esa misma línea Ascencio agrega que «el mercado de China actual es un mercado muy exigente, conocen, viajan y son muy adictos a las marcas. Si bien hay un mercado de volumen muy grande, también hay un mercado de lujo enorme. En nuestro caso nos enfocamos en vinos de alta gama porque es el foco de Rutini y siempre lo ha sido, y hay que estar muy atentos a los cambios porque es un mercado muy dinámico y versátil. Y lejos de los preconceptos que quizá hemos tenido desde Occidente que los chinos no conocen de vino, hoy conocen tanto, igual o más que cualquier otro mercado. Por eso hay que respetar la calidad, el packaging y los cambios de tendencia».

Arizu (h) también está convencido del potencial de este mercado, de hecho, lo considera uno de los más atractivos del mundo. «Es un mercado que evoluciona permanentemente y poco tiene que ver con el mercado de hace 5 o 10 años atrás. Creo que hay una clase urbana que ha visto crecer sus ingresos de forma importante y esto conlleva un aumento en el consumo. El vino ha sido una categoría muy desarrollada, tanto por vinos locales como importados. El 50% de lo que se consume, aproximadamente, es importado y ha sido liderado principalmente por Francia y Australia en estos últimos años. Chile ha sido también una categoría muy activa. Argentina tiene un potencial extraordinario por el estilo de sus vinos, fáciles de beber, con personalidad y carácter», agrega el CEO de Luigi Bosca.

Tras un año intenso y muy volcado a lo online el 2021 seguirá fuertemente este camino iniciado. «Tenemos en claro que el plano digital es el escenario donde debemos concentrar todos nuestros esfuerzos ya que allí interactúan los actores estratégicos de la industria del vino a nivel global y, especialmente, de China. Argentina, como país vitivinícola innovador, seguirá sobre esa ola y ese será el punto central de nuestra agenda para 2021», adelanta Hernández Toso de WOFA.

A lo que Arizu (h) agrega puntualmente que «el gran desafío que tenemos por delante es ser muy contundentes con la estrategia que implementemos ahí, tanto a nivel de marcas como de la categoría en su conjunto». Por eso, hace hincapié en la importancia de la comunicación, principalmente digital, ya que «se trata de un mercado de consumidores informados y tecnologizados, que además cuenta con un mercado de e-commerce, quizás el más grande del mundo en cuanto a vinos».

China es un mercado enorme, cambiante y super tecnologizado por eso para Ascencio de Rutini Wines es vital aprovechar todas las oportunidades que se generan. «Con los nuevos impuestos que tiene el vino australiano en China, este gran jugador se corrió del mapa y eso genera un nuevo espacio. Hay que ver quiénes las van a ocupar y cómo. Nosotros estamos tratando de generar presencia de marca con WOFA y estamos diseñando una estrategia para arrancar este 2021 con diferentes actividades en las ciudades principales para posicionar, comunicar y refrescar la categoría argentina en general».

Nota originalmente redactada para Vinetur.

por Mariana Gil Juncal.
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