Como su nombre lo indica el Piamonte es la tierra italiana de las montañas. Y como en toda zona montañosa la gastronomía regional lleva el sello de su territorio con fuerte presencia de preparaciones bien calóricas para hacer frente a las temperaturas del lugar.
Decir Piamonte es decir bagna cauda. Y ¿de qué hablamos cuando hablamos de bagna cauda? Del plato que ofrece un ritual muy parecido al de la fondue en el cual se sirve una salsa en la cual se bañan distintos vegetales, pan o trozos de carne. El sello de esta preparación típicamente piamontesa es el aroma y sabor de las anchoas (y del ajo) que serán los protagonistas de la salsa.
Si queremos seguir adentrándonos en los sabores de la montaña ¡a levantar la mano y ordenar al camarero una ración de gran fritto misto alla piemontese! Como pueden imaginar no es un plato apto para dietas ya que este clásico de clásicos es una obra de arte culinaria compuesta por varios trozos de carne y verduras rebozados en harina, huevo y pan rallado y como su nombre lo indica ¡fritos!
Y si hablamos de recetas 100 por 100 piamontesas el brasato al Barolo se lleva todos los aplausos, ya que si hablamos de vinos italianos -y más precisamente del Piamonte-, el Barolo es el líder absoluto en materia enológica. La receta típica del brasato al Barolo propone macerar la carne de ternera en el preciado vino (¡a veces lo dejan casi un día entero!) acompañado por papas, polenta o cebollas.
Si nos zambullimos en el mundo de los quesos del Piamonte: el Gorgonzola y el Grana Padano son dos de los más afamados de la región. De hecho el Gorgonzola es para muchos el mejor queso de pasta azul del país. Si los sabores más dulces son tus favoritos hay una versión del Gorgonzola que es ideal para sumar a ensaladas, salsas para pastas o por qué no en una pizza. Pero si sos de los que aman las sensaciones más intensas y picantes ¡el Gorgonzola también tiene una versión más power que puede lucirse solita o junto a una rebanada de pan; y, si sos un aventurero foodie y te animás a acompañarlo con una cucharada de miel juro que vas a crear un elixir digno de los dioses.
El Grana Padano suele lucirse rallado o en escamas, ya que posee un sabor delicado y fuerte. Lo podemos encontrar en distintos platos coronando rellenos de carnes o verduras cocidas para aportar ese sabor y textura que solo un gran queso nos puede sumar a una receta.
Y claro que si estamos en el Piamonte, tendremos que visitar su capital, Turín, donde el chocolate encuentra distintas formas para deleitarnos bocado a bocado. Lo podemos disfrutar desde en bombones de distintas formas y tamaños a el gianduiotti -la típica chocolatina piamontesa- pasando por el bicciolani al cioccolato -una galleta con aroma a canela bañada en chocolate- o hasta la bendita nutella, la mundialmente famosa crema de chocolate y avellanas.
La capital también tiene el orgullo de ser sede de dos inventos enogastronómicos que traspasaron todas las fronteras: el grissini -o grisín- y el vermut (bebida elaborada a base de vino aromatizado con hierbas aromáticas, inventado en Turín en 1786), que es sin lugar a dudas el aperitivo por antonomasia; y que justamente puede acompañar a la perfección un appetizer con un delicioso salami acompañado de un clásico grissini piamontés.
Nota originalmente redactada para Italiani nel mondo.
por Mariana Gil Juncal.
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